Los San Antonio Spurs han demostrado ser completamente dependientes de Victor Wembanyama. De hecho, tampoco el gigante francés ha sido capaz de “sacarlos del pozo”: llevan 14 derrotas consecutivas en la NBA. Pero sin duda, de no ser por la labor del pívot de 2,24 metros, estarían aún más abajo en la tabla de posiciones y sin esperanzas. El viernes pasado, Wemby se ausentó por primera vez en la temporada y los Spurs lo sintieron.

Hace algunos días, los Spurs enfrentaron a Atlanta Hawks en un encuentro en el que Wembanyama anotó 21 puntos y 12 rebotes; pero se sabía que no estaba físicamente óptimo. A pesar de ello, jugó, rindió y colaboró: los Spurs anotaron 135 puntos, la mayor cantidad en el año, aunque no fueron suficientes frente a los 137 de los de Atlanta.

Luego de ese encuentro, Wemby reconoció que tenía dolor en la cadera derecha. Dijo que iría “día a día”, pero enseguida salió su entrenador Greg Popovich a avisar que probablemente no estaría disponible para el encuentro siguiente. Y así fue: Wemby no estuvo frente a New Orleans Pelicans, y sus colegas de Texas se fueron derrotados por 121-106.

Frente a los Pelicans, otros compañeros quisieron tomar la bandera, pero ninguno estuvo a la altura de lo que hasta ahora ha demostrado Wembanyama. Devin Vassel anotó 14 puntos, lo máximo para un spur en el partido. El hecho de que otros siete jugadores hayan registrado entre 10 y 14 puntos habla de la ausencia de una figura, un referente como Wemby, que pudiera “cargarse el equipo al hombro”. En sus 18 presentaciones, Wembanyama promedió 19.3 puntos y 9.7 rebotes por partido. En Texas esperan que hoy regrese para enfrentar a los difíciles Minnesota Timberwolves; lo esperan menos de lo que lo necesitan.