Nico Williams vive un presente de ensueño. Tras una gran temporada individual en el Athletic Club de Bilbao, el joven de 22 años se consagró en la Eurocopa, siendo uno de los mejores jugadores del torneo y dándose el lujo de marcar en la final. Además de salir campeón, el delantero vasco forma parte del equipo del torneo. Pero no todo fue color de rosas para él, puesto que sus padres han recorrido un camino realmente duro para llegar hasta donde llegaron. Desde casi ser deportados hasta cruzar el desierto a pie, aquí te contamos la increíble historia de los Williams. 

Sudor y trabajo

Llegar a España no fue nada fácil para la familia de Nico Williams. Sus padres, Félix y María, nacieron y se conocieron en Ghana. Ambos querían emigrar a Europa en busca de un futuro mejor. En un principio, tenían como destino arribar al Reino Unido pero un amigo de ellos les recomendó España ya que era más económico. 

Al parecer, la información que les dio su “amigo” resultó falsa y tras cruzar el desierto del Sáhara a pata y con María embarazada de Iñaki, el hermano mayor de Nico, fueron detenidos por falta de documentación correspondiente y estuvieron muy cerca de ser deportados por la guardia civil. Para fortuna de ambos, un abogado de Cáritas los ayudó y lograron instalarse en Pamplona, donde nació Nico. Iñaki, su hermano mayor y compañero de equipo en el Athletic, fue el encargado de cuidarlo durante una gran parte de su infancia, mientras sus padres trabajaban todo el día. 

Caminos separados 

Pese a que ambos nacieron en tierras españolas, Iñaki, tras debutar en la selección de España en el año 2016, finalmente decidió representar a Ghana, el país de origen de sus padres. Nico, en cambio, optó por la roja y a sus 22 años, es una de las figuras del conjunto español.